lunes, noviembre 22

Cambien de apuesta.

He utilizado este blog para gritar en más de una ocasión. Es gritar de hecho una de las prebendas más estimulantes que tiene un blog. Si no me creéis y podéis ejercitarlo, hacerlo de inmediato, veréis como no os engaño.
Ayer, de camino a Madrid, a una reunión que tenía hoy por motivo de la llegada del AVE a Valencia, pude ojear cuatro periódicos distintos incluidas páginas salmón. Era domingo y los diarios venían bien nutridos de información pero una vez más, no encontré en la sección de economía (ni en otras secciones esta vez) ni una sola línea referida a turismo. Se trataba de las cabeceras más importantes de este país.
Trabajo en el sector más bonito del mundo. El sector turístico. Un sector que produce bienes tan preciados como la felicidad, la evasión, la ilusión, el encuentro, la aventura o incluso el amor.
Y sospecho que esta perspectiva en plan “factoría de frivolidades” tiene la culpa de que muchos no acaban de tomárselo en serio.
Pues no se equivoquen amigos, el turismo en gran medida sustenta su calidad de vida, su futuro y su bienestar.
Desde chiquititos hemos oído eso de que el turismo equilibraba la balanza de pagos y de que España en turismo es una de los pocos sectores productivos en los que puede competir con holgura y sostenibilidad. La razón está clara. Tenemos unas cuantas ventajas competitivas: Un precio todavía razonable, el sol, las playas (la joya de la corona), el patrimonio, la cultura, la gastronomía, una vibrante agenda y un carácter único.
En cambio no se si este “rintintin” en plan voz de la conciencia (…..o de la realidad) la hemos llegado a asumir como una creencia absurda o casi supersticiosa a la que no le damos valor alguno por que no nos engañemos, aquí pocos actúan en consecuencia.
Bien, lo que es un hecho es que parece que es el turismo el que esté tirando hacia arriba del desplome sin precedentes que vive nuestro país. ¿¡Es que nadie se ha dado cuenta!?. Soy optimista por naturaleza pero no hace falta ser muy listo para llegar a la conclusión de que la crisis y los ajustes van a seguir siendo protagonistas en nuestro escenario a largo plazo y me temo….que ni el calzado, ni la automoción, ni el sector inmobiliario, ni la agricultura, ni otras muchas bazas clásicas a las que solemos apostar, mitad por inercia mitad por compulsión….nos va a sacar de este insondable agujero negro (no nos engañemos, somos cada vez menos competitivos). Es conveniente cambiar la apuesta y sin olvidarse de otras oportunidades, situar más riesgo en la casilla del turismo, tiene muchas más oportunidades de ganar. Tenemos robustas ventajas competitivas en este sector. En esta categoría si podemos batirnos con furia y no hay chino, ni economía de escala, ni tecnología posible que pueda con nuestro sol y otras ventajas que ya he mencionado en este post. Ha llegado la hora, no podemos perder un minuto más.
Y hoy grito por que los medios hablen más de turismo y para que lo hagan en la sección de economía. Por que turismo tenga su ministerio o al menos para que sea un asunto de estado. Por que se invierta en turismo en función de lo que aporta y de lo que pueda aportar. Por que la universidad de más relevancia, contenido y enfoque a la carrera de turismo. Por que nuestros líderes, hablen más de turismo. Por que el turismo se perciba como algo que forma parte de nuestro bienestar. Por que en los colegios, en los institutos se hable más de turismo. Y Por que turismo deje de ser de una puta vez por todas para muchos una “asignatura María”.
Por que haciendo coches, zapatos o computadores tenemos competidores gigantes y feroces….y lo tenemos difícil, muy difícil….en cambio en sol, playas, vacaciones, nos podemos batir con solvencia……al menos todavía. Ya está bien.