viernes, noviembre 18

Turismo y riesgo

Quisiera hace referencia a una estudio (barometrer Ipsos/: Intention and concerns of europeans during their holidays) presentado en junio de 2005, en el cual se analizan diferentes variables sobre las vacaciones de los Europeos. Los datos que aporta son realmente interesantes, por su claridad gráfica y por los resúmenes y reflexiones por variable utilizada, hecho que facilita mucho la comprensión y el acceso a datos del estudio. Una de los temas tratados, es la importancia de los diferentes factores de decisión entre un destino u otro. Del estudio de este aspecto se sacan tres conclusiones clave. 1. Un año más vuelve a aumentar la importancia que le dan a los riesgos y a la seguridad los Europeos encuestados. En esta ocasión, se convierten en esenciales con la misma importancia que criterios tradicionales como el clima, el presupuesto o la calidad de las infraestructuras. 2. Para el 43% de los encuestados, apuntan a los riesgos de salud como un tema que les preocupa, al 31% de estos les preocupa de manera esencial, el resto solo lo considera. 3. La muestra elige como esencial a la hora de elegir el destino, en un 43% los riesgos de salud, en un 42% el clima, en un 41% el presupuesto, en un 40% los ataques terroristas y en 28% los desastres naturales. Mi reflexión sobre estos datos apunta al hecho de que han calado profundamente los últimos acontecimientos en el mundo relacionados con los desastres naturales, el terrorismo y las enfermedades. No cabe duda, que puede suponer un serio FRENO, que nuestro producto turístico tenga algún tipo de vinculación con estos conceptos. Se convierte en fundamental conseguir que el posicionamiento de nuestro producto esté absolutamente desprovisto de asociaciones con elementos de riesgo, es más, deberán dirigirse exactamente al polo opuesto. De momento, La Comunidad Valenciana, y en general la mayoría de los destinos turísticos españoles de tradición, se están favoreciendo de esta coyuntura pues es claro que gozamos de una estabilidad real y que esta situación favorece el desvío hacia nuestros producto, de turistas que han cambiado su destino tradicional por los motivos vinculados al riesgo. Ahí van unos ejemplos de asociaciones que para los destinos afectados, han sido terribles desde el punto de vista de la entrada de turistas: Tailandia-tsunami, Yucatán-huracán, china-gripe aviar,..etc. Sin duda hablamos de casos extremos, no obstante, estas y otras catástrofes son las causantes de la psicosis que se ha instalado en los mercados turísticos y a la que sin duda debemos prestar atención.

4 comentarios:

Javier Garcia Cuenca dijo...

Completamente de acuerdo. Precisamente este es uno de los factores que a mi modo de ver ha hecho que el verano sea bueno en general en todos los destinos mediterráneos. Como no es probable que se repita puede que las cifras para el año 2.006 no sean tan buenas, ya que los últimos estudios turísticos y económicos indican que la recuperación de los destinos frente a desastres naturales o ataques terroristas cada día es más rápida
saludos Isaac
Javier Garcia

Anónimo dijo...

Clarificador y cuantificable. Es interesante comprobar como la psique del humano consumidor de ocio se ve influenciada por los imponderables.

Opino que en cualquier caso el artículo pone de manifiesto varios puntos de gran interés:

1. “Cada vez más aumenta la importancia del riesgo y la seguridad entre los Europeos”, de lo que deduzco que hasta la fecha los Europeos se sentían muy cómodos en sus destinos usuales de ocio hecho que se veía reflejado por extensión en la organización tradicional del canal de comercialización, así como de las fuentes de información que se han utilizado hasta la fecha materializado todo ello en una comercialización clásica del producto a través de touroperadores y agentes. Resultaba muy sencillo hasta la fecha, prever la aptitud del cliente casi desde que el Sr. Cook organizase el primer viaje combinado. Uniendo este factor de incertidumbre al de estar inmersos en la actualidad en una verdadera situación de acontecimientos en la que la sociedad evoluciona en una espiral vertiginosa y sin precedentes, la reestructuración integral del sector, la aparición de nuevos modelos de ocio y las nuevas formulas familiares, el impacto de las nuevas tecnologías y la globalización económica y social, así como la irrupción de las nuevas herramientas y oportunidades del marketing del siglo XXI, es este punto de inflexión en la psicología y los motivadores del consumidor de espacios y tiempos de ocio, el que representa una oportunidad única que debemos saber aprovechar a la vez que un factor de riesgo que debemos gestionar con eficacia. La importancia de la seguridad como elemento decisor a la hora de elegir un destino u otro, vendrá además definido por la sociedad Europea específica que lo percibe y será variable: no es el mismo concepto de seguridad el de un ciudadano alemán, que el de un británico o un español tal y como por desgracia hemos podido observar. Es por ello imprescindible y urgente la adaptación de las políticas de marketing a dichos factores. Como filosofía y como herramienta. es aquí donde el marketing debe mostrar y desarrollar todo su potencial y adelantarse a los cambios sociológicos detectados ya en nuestros clientes actuales y en los futuros. Como instrumento operativo es imprescindible para atajar dichos imponderables contar con un buen “gabinete de crisis” que de respuestas eficaces a dichos acontecimientos imprevisibles y gestione la comunicación de dichos fenómenos. La reorientación hacia el cliente de las políticas, decisiones y acciones a tomar nos obliga a tener articulado este tipo de iniciativas. El mercado son personas, tal y como decía Josep Chías. Nota: existen en la actualidad estudios y protocolos avanzados específicamente aplicables al turismo, con el objetivo de atajar los efectos negativos de dichos imponderables.

2. Los motivadores que despuntan en el estudio son los conceptos de seguridad, salud, clima y presupuesto, lo cual debe resultar obvio al lector debido a su peso en el proceso de desarrollo de nuestra industria del ocio. Dichos factores y el orden en el que aparecen reflejados en la encuesta, ya fueron puestos de relieve por el psicólogo Abraham Maslow y su Teoría de la Motivación en la que de forma simple jerarquizaba las necesidades que los humanos buscan satisfacer, esto es y por este orden: Necesidades fisiológicas (son satisfechas mediante comida, bebidas, sueño, refugio, seguridad, aire fresco, una temperatura apropiada, etc...). Necesidades de seguridad (en caso de peligro agudo la seguridad pasa delante de las necesidades fisiológicas). Necesidades de amor o sociales. Necesidades de estima o de Ego. Necesidades del ser. Necesidades de Autoestima.

3. Teniendo en cuenta que este tipo de eventos y las catástrofes que originan, son del todo imposibles de prever, o casi, si son previsibles sin embargo los efectos y escenarios que causarán y sobre todo, los protocolos susceptibles de seguir una vez acontecidos. Por tanto, como marketiniano optimista que soy, opino que todo en la vida son oportunidades y que, utilizando el símil gastronómico, habría que darle la vuelta a la tortilla y transformar en oportunidades aquellas situaciones de crisis en las que nos podamos ver inmersos a través de la correcta gestión de las mismas. Nuestros destinos cuentan con la suficiente infraestructura civil (Red 112, Protección Civil y Cruz Roja), policial y médica como para garantizar una solución profesional a dichas crisis que pudieran producirse y atajar los efectos negativos de las mismas a través de un liderazgo preparado en la gestión de la eficiencia y la consecución de la eficacia de la comunicación en tiempos de crisis. Desgraciadamente contamos con ejemplos como los ataques terroristas, inundaciones masivas, periodos de sequías, tormentas inesperadas y gotas frías, incendios,… en las que dichos protocolos han sido testados y retroalimentados. Además y debido al avance del cambio climático como amenaza de nuestro sector, es imprescindible la organización de dichos gabinetes de crisis que se adelanten a las situaciones que sin duda viviremos en el futuro: regresión de las costas y subida el nivel de salinidad en los acuíferos costeros, desertificación, perdida de cobertura vegetal y forestal, desastres relativos a la seguridad de los destinos, incidencias o crisis sanitarias (legionela, salmonela, gripe aviar,…). Nos va en juego nada menos que el 13% del producto interior bruto de nuestra Comunidad y la tranquilidad de miles de familias y usuarios de nuestros productos/servicios. Sin duda alguna, esta gestión transciende del ámbito autonómico y debería ser también responsabilidad del Gobierno Central e incluso de la Unión Europea (en la crisis del Tsunami de Indonesia se han visto involucrados además de los gobiernos locales y nacionales, la comunidad internacional, la ONU y la OMT).

A modo de reto intelectual y como sugerencia final creo que se podría destacar como oportunidad el sistema sanitario con cobertura universal del que disfrutamos los españoles y que deberíamos de poner en valor en cuanto a las posibilidades de configuración como producto turístico como ya lo están utilizando ciertos competidores de nuestros destinos a nivel nacional e internacional: tenemos las infraestructuras, tenemos los recursos humanos instruidos, tenemos la sensibilidad, tenemos oferta sanitaria publica y privada, tenemos incluso la experiencia en atención a los millones de turistas que se desplazan cada año a los destinos de la Comunidad… solo hace falta el compromiso del sector y de la Administración en la configuración del producto y luego a comercializar. Quizás sea esta una de las posibles formas de solucionar los problemas de financiación de la sanidad, al margen del mal uso que hacen ciertos “pseudos turistas” de nuestros servicios sanitarios. Y de este modo al igual que ya se habla del turismo de la ITV (por el que se aprovechan los mejores precios y la falta de colas a la hora de pasar la ITV en ciertas localidades de nuestra Comunidad) se podrían valorar los servicios de protección civil, los servicios del IVASP, la fuerza de acción rápida de la OTAN en Bétera,… y transformarlos en oportunidades para el consumo de nuestros destinos, productos y servicios para esos cada vez más importantes segmentos de mercado como lo son el turismo sanitario, el turismo científico o de conocimiento, ….

Un saludo,

Juan Llantada

Anónimo dijo...

Sin duda esto es un factor clave en la planificación y gestión de destinos. En muchas ocasiones los responsables públicos principalmente se olvidan de estas cuestiones. En el caso de destinos principalmente de paises en conflicto es el condicionante para su total despegue, no me refiero al condicionante clima si no a las cuestiones relacionadas con seguridad, ejemplo Colombia. Lo complicado de estos condicionantes no es su gestión previa (algo dificil de controlar), si no la gestión posterior de la crisis. Existen verdaderos expertos en gestionar gabinetes de crisis desde el concepto marketiniano del mismo para suavizar de cara al mercado los problemas de un destino ya sea por conflictos o por cuestiones de climatología.

Anónimo dijo...

Los riesgos y amenazas del cambio climáticos

12.12.05 @ 13:44:44. Fuente: El Periodista Digital

El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francesco Frangialli, lo tiene claro: "El cambio climático plantea un riesgo creciente para el sector turístico, para los propios turistas y para las economías que se apoyan en el gasto derivado".

Lo ha dicho la Conferencia Técnica sobre el Clima como Recurso, celebrada en Pekín.

Según Francesco Frangialli: "El cambio climático constituirá un riesgo creciente para la actividad turística en muchos destinos. Puesto que el turismo depende en gran medida del clima y dado que las políticas de las aseguradoras se ven cada vez más afectadas por el riesgo de catástrofes naturales, la precisión de la información meteorológica y la predicción de los fenómenos climáticos extremos son cada día más importantes para las empresas del sector".

Para combatir esta amenaza, hay que investigar más e incrementar la coordinación entre las administraciones públicas y el sector privado, de modo que se garantice que las políticas de turismo y los planes de desarrollo y gestión tengan presentes los posibles efectos.


El Turista Accidental